La entrenadora de la naranja mecánica femenina se convirtió en la primera mujer en tener su propia estatua en el jardín de esculturas de la KNVB.
Por Lucio Orlando.
Reservado únicamente para las grandes leyendas que formaron el fútbol de los Países Bajos a través de sus contribuciones, el jardín de esculturas de la Real Asociación Neerlandesa de Fútbol hoy suma una nueva integrante: Sarina Weigman se convirtió en la primera mujer en presentar su estatua en conmemoración a su brillante carrera como jugadora y entrenadora de la naranja mecánica.
“Además de ser una entrenadora muy exitosa, Sarina es también, y sobre todo, una persona muy inspiradora”, declaró Jan Dirk van der Zee, director de la federación nacional. “Ella ya ha significado tanto para el fútbol holandés que nosotros, como KNVB, hemos decidido agregar su imagen a nuestro jardín de esculturas”, prosiguió.
Como futbolista, Weigman marcó un antes y un después en su seleccionado. Con una trayectoria que se extendió desde 1987 al 2001, la ex capitana se convirtió en la primera futbolista en alcanzar el centenar de partidos disputados con la naranja mecánica, finalizando su carrera internacional con 104 en total.
Bajo su rol de entrenadora principal, Sarina fue la principal responsable de la brillante progresión del conjunto femenino neerlandés. Tan solo un año después de asumir, los Países Bajos se consagraron campeones de la Eurocopa del 2017, mientras que dos años más tarde se quedarían con la medalla de plata en el Mundial de Francia.
Sin embargo, los Juegos Olímpicos aplazados de Tokio 2020 representarán un punto final en el vínculo entre Weigman y el seleccionado naranja. Tras culminar el torneo internacional, la entrenadora abandonará su cargo en la KNVB para asumir un nuevo desafío al frente del conjunto mayor y femenino de Inglaterra.
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