Mientras la Primera A se prepara para una nueva jornada competitiva, las categorías inferiores todavía se encuentran esperando una resolución para confirmar su regreso oficial.
Por Lucio Orlando.
A pesar de estar cercanos a la marca de tres meses desde que se consagraron las promociones y el cierre de la temporada 2020, el ascenso del fútbol femenino argentino todavía presenta más dudas que certezas. Contrastando con el inicio competitivo de la liga profesional, los certámenes de la Primera B y C no cuentan con una posible fecha de retorno oficial a los terrenos de juego.
Una de las problemáticas más grandes se encuentra en la movilización de las futbolistas amateurs que componen las diferentes plantillas. De acuerdo con las disposiciones sanitarias anunciadas por el Gobierno Nacional, los transportes públicos están reservados para el personal esencial o por motivos educativos, por lo que las deportistas no podrían usar esta vía para dirigirse a los entrenamientos o partidos.
En este sentido, los dirigentes que conforman el Departamento de Fútbol Femenino se encuentran en tratativas con los órganos gubernamentales. En los próximos días, este ente liderado por Jorge Barrios, presidente, y de Diego Turnes, su vice, tendrá la tarea de llegar a un acuerdo para que las futbolistas tengan más opciones a la hora de viajar a sus respectivos clubes.
Por su parte, las deportistas encuentran formas de llegar de la mejor forma posible al todavía incierto inicio de campaña: complementando la realización y presentación de aptos médicos, los clubes del ascenso estuvieron disputando encuentros amistosos a lo largo de los últimos meses de parate.
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