La estrella brasilera regresó a los entrenamientos junto a sus compañeras del Orlando Pride. Luego de casi dos meses de inactividad, las jugadoras regresaron a las instalaciones del equipo en Sanford para participar de sesiones de entrenamiento individual bajo un nuevo protocolo de la NWSL.
La liga comenzó a permitir entrenamientos individuales voluntarios en espacios al aire libre desde el miércoles pasado, luego de permanecer cerrados por casi dos meses debido a la pandemia de coronavirus.
Marta se perdió la primera semana de pretemporada mientras jugaba para Brasil, estas sesiones de entrenamiento marcan la primera oportunidad de entrenar en las nuevas instalaciones del equipo en Sylvan Lake Park.
The GOAT life. ???? pic.twitter.com/BRIlidAMzO
— Orlando Pride (@ORLPride) May 8, 2020
Desde que se declaró la cuarentena, Marta ha estado entrenando en parques y campos públicos. Ella dijo que el regreso a un ambiente regulado fue un consuelo bienvenido después de los últimos dos meses.
“Extrañaba mucho este lugar”, dijo Marta. “Incluso si no tenemos todo el equipo juntos, es un comienzo. Sabemos que es un momento muy difícil ahora, pero siempre tenemos una muy buena comunicación con el equipo. Nos muestran un muy buen apoyo, por lo que nos sentimos seguros aquí ”.
Como se articulan los entrenamientos en la NWSL
Después de pasar por numerosas normas de seguridad, las jugadoras celebraron sus primeros momentos en el campo.
“Esto era muy, muy necesario”, dijo la capitana del Pride, Ashlyn Harris. “Pasamos mucho tiempo en la preparación para la pretemporada y en nuestro cuerpo. Necesitamos estar aquí afuera tocando bolas y abriéndonos, estando en buenas superficies. Estoy muy feliz de que el equipo esté aquí y al menos obtenga parcialmente lo que necesita “.
Siguiendo el protocolo de la liga, las jugadores usaron máscaras al llegar a las instalaciones y recibieron una proyección térmica antes de ingresar. Se requería que las jugadoras permanecieran en un cuadrante asignado del campo y no podían interactuar físicamente de ninguna manera, incluso pasar la pelota.
En el caso de las jugadoras que viven juntas como Courtney Petersen, Konya Plummer y Taylor Kornieck, pudieron entrenar en el mismo cuadrante porque habían estado juntas desde el comienzo de la cuarentena. Las defensores Shelina Zadorsky y Ali Riley se les permitió entrenar juntas porque estuvieron en contacto durante las etapas iniciales de la cuarentena mientras navegaban por un regreso de Europa para jugar en el equipo nacional.
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