Tras años de lucha en suelo paraguayo, el Atlético Maka se convirtió en el primer equipo indígena de fútbol femenino en ingresar a la federación nacional.
Por Aldana Saad
Treinta y cinco mujeres vistiendo la camiseta del Atlético Maká, entre lucha y valor, hicieron historia tras convertirse en el primer equipo indígena de fútbol femenino. Bajo el anhelo de romper con la imposición de solo poder practicar artesanía y contar finalmente con la oportunidad de practicar deportes, numerosas integrantes de la tribu Maká salieron al campo de juego por más goles.
El fútbol femenino comenzó a colmar las calles de unas 14 hectáreas pobladas desde hace 36 años por la tribu. “Estamos rompiendo los estereotipos que había con las mujeres. Tenemos muchas necesidades todavía pero ya estamos practicando. De momento tenemos lo elemental para la práctica”, aseguró Alfredo Montero (presidente del club y DT del equipo femenino) en conversación con la federación paraguaya.
A lo largo del continente, diversos campeonatos de fútbol indígena cobran protagonismo, entre ellos: el Mundial de pueblos originarios y la Copa América indígena. Sin embargo, dentro de el fútbol femenino, el Atlético Maka es el primero de origen indígena en entrar a la federación nacional; este competirá en la liga Roquelseña del fútbol regional de Paraguay.
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El equipo de las mujeres indígenas del club Atlético Maká se sumó este año a la Liga Roquealonseña (regional), que forma parte de la liga del interior del país y está afiliada a la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF).
“Uyy”, así celebrarán un gol en su dialecto las indígenas maká cuando pronto compitan por primera vez en una liga regional femenina del fútbol paraguayo, un hecho histórico para ellas, que hasta hace tres años solo tenían permitido dedicarse a las artesanías. La comunidad maká, de más de 2.000 integrantes, está asentada desde hace 36 años en 14 hectáreas en las inmediaciones del río Paraguay, a 20 km de Asunción.
_Pese al innegable crecimiento, el fútbol femenino paraguayo carece aún de recursos indispensables para la práctica del mismo; hecho que se esparce por el resto de los países de América del Sur. No obstante, el apoyo incrementa a pasos agigantados y la ilusión motiva a continuar con la lucha de una batalla que lejos de haber terminado… recién comienza.
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