Argentina no pudo en su debut frente a Brasil en el inicio del Grupo B disputado en el Estadio Francisco Sanchez Rumoroso. Bia Zaneratto, Cristiane –p- y Debinha marcaron para el conjunto verdeamarillo mientras que Estefanía Banini había puesto el empate parcial.
Son cerca de las cuatro de la tarde en los alrededores del Estadio Municipal y en una de las entradas hay un pequeño con remera argentina. 8 años, quizás menos y tiene la camiseta de la Selección. Sin número. Sin nombre. Es Argentina. Faltan cerca de tres horas para que la absoluta femenina salte al campo de juego para jugar el clásico sudamericano.
El Estadio se va poblando con los minutos que pasan. Prensa, delegaciones, dirigentes y –por supuesto- público. Miles de espectadores van a terminar la noche desafiando al frío y, por lo que se vivió en el ambiente, con un partido que sorprendió más a los extraños que a los propios. Argentina estuvo a la altura de su camiseta.
En un primer tiempo dónde el conjunto nacional comenzó siendo hostigado por la línea ofensiva brasilera pero el conjunto liderado por Marta no lograba convertir. En el minuto 17, Beatriz Zaneratto cruzó un buen remate de zurda, aprovechando un error en la salida albiceleste, y abrió el marcador para Brasil. El heptacampeón mostraba credenciales frente a su clásico rival.
Los últimos 15 minutos del primer tiempo mostró superioridad albiceleste. Estefanía Banini encontró los espacios en la defensa rival y desequilibró en cada ocasión que se midio mano a mano con una defensora. La jugadora del Washington Spirit pondría el empate de tiro libre –inatajable remate- sobre el principio de la segunda mitad. El desahogo de casi mil días, las lágrimas de emoción. Argentina se medía de tu a tu con el último campeón.
Brasil, sin embargo, encontró rápidamente la ventaja con un penal tras el saque del medio posterior al gol. Cristiane marcó el 2-1, su equipo manejó el resultado hasta el tiempo cumplido y Debinha puso cifras definitivas en los minutos de adición cuando la noche ya marcaba la hora de cenar.
El pequeño se habrá vuelto por dónde vino hasta perderse en las calles angostas de Coquimbo. El sábado en primer turno tendrá revancha él y su selección. Argentina, con las buenas sensaciones que dejó el primer encuentro, buscará cosechar lo que hoy sembró en la noche del Francisco Sanchez Rumoroso. El orgullo de vestir la camiseta celeste y blanca. El niño y las mujeres de nuestra selección.
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