Argentina cayó con Chile por 4-0 en la última jornada de competencia de la Copa América Femenina 2018. El conjunto de Carlos Borrello deberá jugar un repechaje con Concacaf para obtener su cupo al Mundial de Francia 2019.
En una de las jornadas que tuvo esta Copa América hubo un sismo por la mañana. 7.30 horas, casi en el amanecer, Coquimbo y La Serena se movieron al ritmo del 6.4 en escala de Richter. Esta tierra, azotada hace 5 años por un tsunami, está más que acostumbrada a movimientos sísmicos. Se mueven las bases.
Argentina, ayer en el Estadio La Portada, también tuvo un cimbronazo. En un partido dónde no fue la misma de todo el campeonato perdió la posibilidad de la clasificación olímpica vía repechaje. A su vez, el pasaje directo al Mundial de Francia de 2019, quedó en manos chilenas. El fin del domingo –con el corazón en la mano- fue completamente desalentador. La absoluta nacional terminó tercera de la máxima competencia internacional por primera vez.
Pero. Vale un pero grande. Coquimbo y La Serena, esa jornada de temblor, tuvieron un atardecer magnífico. Cómo para hacer olvidar el susto de la mañana. En la cuarta región, dónde parece nunca salir el sol, apareció una luz naranja bajando sobre la costa del océano pacífico. Como un reflector que iluminó todo.
La selección femenina, que fue de menor a mayor en la Copa América, ahora tendrá dos objetivos –casi- inmediatos en el futuro. El repechaje frente al cuarto clasificado de CONCACAF el próximo diciembre y los Juegos Panamericanos de Perú en el 2019. Sumarle más rodaje internacional, a lo ya conseguido en Chile, será necesario para volverse aún más competitivo para lo que viene.
La Copa América Femenina Chile 2018 terminó. Estará en los libros, en el pasado y Argentina no se va con las manos vacías. ¿Nos dolió el último partido? Nos duele. Pero. Un pero grande. En el análisis no podemos dejar afuera que se mejoró la anterior participación, que todavía queda una chance para ir a Francia y sobre todo que nos pudimos ilusionar con esta selección.
Nadie les –ni nos- va a sacar los abrazos en el túnel tras la victoria. Ni la emoción del triunfo contra Colombia. Ni lo definitiva que finalmente resultó esa primera medida en la fase final. Ni el gol de Banini de tiro libre a Brasil. Ni el Topo Gigio. Ni las ilusiones, ni las alegrías. Los festejos colectivos en los finales de los partidos estarán grabados en la memoria. Es un sentimiento, no puedo parar.
Argentina sufrió un temblor en la derrota frente a Chile. Será cuestión de dejar atrás el dolor. Como hicieron La Serena y Coquimbo. Reconstruyéndose. Volviendo a ser. En diciembre, este grupo de jugadoras volverán a tener una chance para que nuestra selección vuelva a ser mundialista tras 12 años de ausencias. En el deseo de todos es que salga el sol cómo en aquel atardecer. Naranja, eléctrico, infinito. Que pase el temblor e ilumine todo. Hasta el orgullo que sentimos durante estos 20 días.