El 2022 cerró como un año histórico para el fútbol femenino europeo, generando un impacto a nivel mundial tras numerosos sucesos que marcaron la historia del deporte. 12 meses de gloria, un siglo después.
Por Aldana Saad
“El año que cambió el fútbol femenino en Europa”, así fue descripto el 2022 por la revista digital ‘Forbes’ y es que ha pasado un siglo desde aquel 1922 en donde, bajo el concepto de ‘un juego inadecuado para las mujeres’, el fútbol femenino fue prohibido en Inglaterra. No obstante, en la actualidad, tras años de lucha, no solo se recuperó el lugar arrebatado sino que además, se batieron récords en todo el territorio europeo… y el mundo.
Pese a los constantes obstáculos empapados de hipocresía y menosprecio, entre tanto, y desde 1971 (año en que se anuló la prohibición) el crecimiento del fútbol femenino ha tomado protagonismo a pasos agigantados, poniendo en evidencia la irracionalidad del pasado. Aunque, otra vez, resulta necesario destacar el 2022 como el año en el que una serie de sucesos marcaron la historia.
Récord de asistencia
Entre los más destacados, nos remontamos al récord mundial de asistencia de 91.533 en el Camp Nou, el 30 de marzo, disputado por Barcelona – Real Madrid por los cuartos de final de Champions; acompañado de un importante impulso de marketing e interés mediático. Sumado, además, a la anterior creación de una primera fase de grupos para la Liga de Campeones femenina, financiada por un contrato televisivo centralizado y patrocinadores específicos para mujeres.
Sigue: un mes después, 91.648 espectadores disfrutaron la semifinal del Barcelona contra el Wolfsburgo en el mismo estadio. Al fin y al cabo, el término ‘atípico’ no parecía el más adecuado. Ahora bien, el Lyon continuó con el relato luego de alcanzar su octava final en la competencia, en la que Ada Hegerberg sentenció su hambre de goleadora al convertir en una cuarta final de la Copa de Europa, una hazaña que no se concretaba desde Alfredo Di Stéfano los 50s. Este duelo fue transmitido en vivo por 3,6 millones de personas en todo el mundo.
La Eurocopa Femenina de la UEFA en Inglaterra (torneo internacional más importante del verano) siguió superando récords de asistencia y audiencia. Más de medio millón de personas asistieron a los 31 partidos. Además, las nueve ciudades anfitrionas experimentaron un impulso económico de £81 millones durante julio. La final no solo fue vista por un récord de torneo de 87.192 hinchas sino también por una audiencia televisiva máxima de 17,4 millones en la BBC.
No conformes, después del torneo, un amistoso internacional en el estadio de Wembley entre los nuevos campeones europeos y los campeones mundiales (Estados Unidos) se agotó en 24 horas para convertirse en el partido femenino con ventas más rápidas de todos los tiempos. El mismo año, en septiembre, la jugadora inglesa Keira Walsh, se convirtió en la futbolista más cara de la historia del fútbol femenino al abandonar el Manchester City para jugar en el Barcelona, que pagó 400 mil euros por su pase.
Frente a una realidad innegable, la apuesta de los clubes no cesó y se refleja, por ejemplo, en el interés y la disposición para jugar los partidos de la Liga de Campeones femenina en sus principales estadios. ¿Sorpresa? Más de un cuarto de millón de fanáticos vieron los duelos de la fase de grupos de la competición, es decir, un 66% más que la temporada pasada.
Para concluir y sintetizar, en Inglaterra: hubo un aumento del 227% en la asistencia a la Superliga Femenina en comparación con la temporada anterior y uno del 86% en las entradas al Campeonato Femenino de la segunda división. En Alemania: las multitudes en la primera mitad de la Frauen Bundesliga aumentaron un 277% con respecto a la temporada pasada.
Adjudicar un triunfo absoluto solo al 2022 resultaría injusto, sin embargo, destacar la relevancia de lo sucedido durante los últimos meses es necesario para entender y afrontar lo que depare en la historia del fútbol femenino mundial.
Fuente: Forbes Magazine – www.forbes.com